viernes, 17 de junio de 2016

Luis Cernuda

Así mira un dios lo que ha creado



SOMBRA DE MÍ

Bien sé yo que esta imagen
Fija siempre en la mente
No eres tú, sino sombra
Del amor que en mí existe
Antes que el tiempo acabe.

Mi amor así visible me pareces,
Por mi dotado de esa gracia misma
Que me hace sufrir, llorar, desesperarme
De todo a veces, mientras oras
Me levanta hasta el cielo en nuestra vida,
Sintiendo las dulzuras que se guardan
Sólo a los elegidos tras el mundo.

Y aunque conozco eso, luego pienso
Que sin ti, sin el raro
Pretexto que me diste,
Mi amor, que afuera está con su ternura,
Allá dentro de mí hoy seguiría
Dormido todavía y a la espera
De alguien que, a su llamada,
Le hiciera al fin latir gozosamente.

Entonces te doy gracias y te digo:
Para esto vine al mundo, y a esperarte;
Para vivir por ti, como tú vives
Por mí, aunque no lo sepas,
Por este amor tan hondo que te tengo.



EL AMANTE ESPERA

Y cuánto te importuno,
Señor, rogándote me vuelvas
Lo perdido, ya otras veces perdido
Y por ti recobrado para mí, que parece
Imposible guardarlo.
                               
                                 Nuevamente
Llamo a tu compasión, pues es la sola
Cosa que quiero bien, y tú la sola
Ayuda con que cuento.
                                     Mas rogándote
Así conozco que es pecado,
Ocasión de pecar lo que te pido,

Y aún no guardo silencio,
Ni me resigno al fin a la renuncia.

Tantos años vividos
En soledad y hastío, en hastío y pobreza,
Trajeron tras de ellos esta dicha,
Tan honda para mí, que así ya puedo
Justificar con ella lo pasado.

Por eso insisto aún, Señor, por eso vengo
De nuevo a ti, temiendo y aun seguro
De que si soy blasfemo me perdones:
Devuélveme, Señor, lo que he perdido,
El solo ser por quien vivir deseo.



DESPUÉS DE HABLAR

No sabes guardar silencio
Con tu amor. ¿Es que le importa
A los otros? Pues gozaste
Callado, callado ahora

Sufre, pero nada digas.
Es el amor de una esencia
Que se corrompe al hablarlo:
En el silencio se engendra,

Por el silencio se nutre
Y con silencio se abre
Como una flor. No lo digas;
Súfrelo en ti, pero cállate.

Si va a morir, con él muere,
Si va a vivir, con él vive.
Entre muerte y vida, calla,
Porque testigos no admite.



PRECIO DE UN CUERPO

Cuando algún cuerpo hermoso,
Como el tuyo, nos lleva
Tras de sí, él mismo no comprende,
Sólo el amante y el amor lo saben.
(Amor, terror de soledad humana.)

Esta humillante servidumbre,
Necesidad de gastar la ternura
En un ser que llenamos
Con nuestro pensamiento,
Vivo de nuestra vida.

Él da el motivo,
Lo diste tú; porque tú existes
Afuera como sombra de algo,
Una sombra perfecta
De aquel afán, que es del amante, mío.

Si yo te hablase
Cómo el amor depara
Su razón al vivir y su locura,
Tú no comprenderías.
Por eso nada digo.

La hermosura, inconsciente
De su propia celada, cobró la presa
Y sigue. Así, por cada instante
De goce, el precio está pagado:
Este infierno de angustia y de deseo.



UN HOMBRE CON SU AMOR

Si todo fuera dicho
Y entre tú y yo la cuenta
Se saldar, aún tendría
Con tu cuerpo una deuda.

Pues ¿quién podría precio
A esta paz, olvidado
En ti, que al fin conocen
Mis labios por tus labios?

En tregua con la vida,
No saber, querer nada,
Ni esperar: tu presencia
Y mi amor. Eso basta.

Tú y mi amor, mientras miro
Dormir tu cuerpo cuando
Amanece. Así mira
Un dios lo que ha creado.

Mas mi amor nada puede
Sin que tu cuerpo acceda:
Él sólo informa un mito
En tu hermosa materia.


Luis Cernuda
De “Poemas para un cuerpo”




martes, 14 de junio de 2016

BORGES Y YO




Sí, Robin. Cuando lo leí por primera vez, yo era un chico de 13 o 14 años. No me acuerdo cómo llegó el libro hasta mí, pero ahí lo tenía. Las Obras completas de Jorge Luis Borges, en un solo tomo de tapas duras, color verde, editado por Emecé. Era verano. Estaba en el ranchito que era mi casa. El sol quemaba entre las chapas de zinc. Sobre una mesa pequeña, cerca de la ventana, abrí el libro. El primer libro, Fervor de Buenos Aires, y un poema increíble: Despedida. Estoy seguro que no entendí nada, y al mismo tiempo, lo entendí todo. Después de eso mi vida cambió, y empecé ahí nomás con la construcción de un laberinto pequeño, personal, del que no puedo salir, y del que no quiero salir tampoco. Como si dijéramos, ahì dejé de ser Bruno Diaz y me convertí en este murciélago un poco estrafalario, de historieta.

--Qué bueno, Batman. De no ser por ese poema, entonces, nunca nos hubiéramos conocido. 
--Nunca es poco, Robin,
--Acá lo encontré. Lo leo?
--Por favor.
--Ahí va:


Despedida

Entre mi amor y yo han de levantarse
trescientas noches como trescientas paredes
y el mar será una magia entre nosotros.

No habrá sino recuerdos.
Oh tardes merecidas por la pena,
noches esperanzadas de mirarte,
campos de mi camino, firmamento
que estoy viendo y perdiendo...
Definitiva como un mármol
entristecerá tu ausencia otras tardes. 



--Es hermoso; Batman.
--Vos sos hermoso, Robin. Hermoso... 


Osvaldo Bossi
De Batman y el Joven Maravilla (Inédito)



domingo, 5 de junio de 2016

Manuel Sánchez Ruiz


Por qué me inclino hacia el pasto húmedo y me siento caer?




Anoche soñé que en mi jardín
morían todos los pájaros
morían las palomas
los zorzales los horneros
y esos chiquitos azulados
cuyo nombre no recuerdo
las aves se extendían largas
en una triste llanura de ojos
y yo caminaba entre sus cuerpos
con un cuidado preciso
para no pisarlos
como si dibujara una rayuela inmensa
en la que cielo y tierra son uno solo
trataba de decidir qué hacer
con tantos cadáveres que
aguardaban como preguntas
desperdigados sobre el césped.
pensé en enterrarlos, hice un pozo
mientras me arrepentía lo llené de tierra
si yo fuera como mi padre
los pondría en una bolsa negra
y los sacaría a la calle
pero en su lugar
los agrupo por especie
los tomo entre mis manos
y cierro sus picos abiertos
entono despacito un canto
que no sé bien dónde aprendí
tomo el disco de arado y lo arrastro
al centro del jardín, debajo del cielo
busco en el fondo unas maderas
y uno a uno los prendo fuego
sí, fuego
los incendio lentamente y mientras los veo arder
las llamas queman toda la superficie de mis ojos
digo sus nombres inventados
y pienso si habrá o no un idioma
de los pájaros ¿tendrán una lengua materna?
¿sabrán cómo decir mamá o nido?
al final doy la vuelta, lloro desconsolado
porque cada uno hace lo que puede
cuando las plumas de la muerte
caen como hojitas de otoño y esperan
como las preguntas que no hacemos
inmóviles, en el patio de atrás.


 *


Hay un zorzal sobre el respaldo de la cama
araña con sus patas la madera
cuando me acerco,
si le acaricio las plumas
pica suavemente mis párpados
que se abren y se cierran
como válvulas de aire caliente
dejando salir un soplido de viento azul
que nos empuja, al pájaro y a mí
hacia arriba.

Me gustan los zorzales.
A veces riego para ablandar la tierra
y ellos dan pequeños saltos
rebotan de lado a lado
y hunden sus picos
para buscar lombrices deliciosas
otras veces espero
su última bajada
antes del anochecer
toman agua y se bañan, quizás
en la humedad de mis ojos.

Ahora que el zorzal baja del cielo
y vuela directo a mi habitación
me pregunto qué será
lo que encuentre cuando hunda su pico
en esta tierra mojada que es mi almohada
qué será lo que encuentre luego de arañar
con premura mis mantas desordenadas
qué será de este secreto de mí
si hasta un ave tan delicada
puede abrir las válvulas de una verdad
y dejar salir un soplido de viento
que nos empuja al pájaro y a mí
hacia adentro.


*


Puse a la lavar las cortinas como habíamos hablado
es un misterio el jardín cuando deja de llover
mientras las colgaba blancas sobre la soga arqueada
pude sentir la tela como tus caricias sobre mi hombro
y luego cayendo como una cascada a mi alrededor
iluminada por el sol cuando entra y se queda inmóvil
pero estos mantos agitados por el aire vespertino
me recuerdan la noche azul en que pasaste por mi casa
montado sobre Oliverio tu brioso corcel que corcoveaba
como yo cuando me besaste junto a las vías del tren
y ahora quiero quedarme bajo este manto para siempre
porque temo que al salir la tarde descorra el velo
de un recuerdo que cada vez se pierde un poco más
al final me alejo sin rumbo por el jardín
necesito descubrir mis ojos de esta cápsula blanca
y me acerco lentamente hacia la palta mutilada
¿te conté que sus frutos atravesaban como meteoritos
las frágiles tejas del techo? la cortaron en noviembre
pero el tocón sigue allí con la forma de una marca
y aunque creí que lentamente comenzaba a secarse
puedo ver los brotes que blandos hablan por la vida
¿no es hermoso todo esto? hay que creer en las cosas
que crecen pero también en las que brotan un día
y luego se extinguen ¿cómo puede ser que habiéndola matado
quiera alzarse hoy de nuevo? y a mí que no me cortaron
nada o me cortaste algo que no se ve ¿por qué me inclino 
hacia el pasto húmedo y me siento caer?
aunque descorras hoy las cortinas sobre este brote seco
sobre el peso de tu silencio que cae
como una palta celestial y aunque decidas cortar
entonces la línea de comunicación
yo te pregunto ¿no es hermoso todo esto?

      
Manuel Sánchez Ruiz (Inéditos)



martes, 31 de mayo de 2016

Natalia Leiderman

Dios se aburre infinitamente


equilibristas

somos equilibristas buscamos
la mayor cantidad de placer
la menor cantidad de dolor
dijiste y ahí estamos
caminando en lo alto
por un hilo radiante

aunque el amor
no es cosa mesurada
y vamos a estallar
como bichitos al sol
todo está bien
todo está bien entre nosotros.


*


sin demasiado fuego de artificio
nos amamos, sí
pero lo decimos pocas veces

sin hacer ostentación del brillo
levantamos la cabeza
para respirar mientras nadamos
voraces pero instruidos

la masa dulce leva de a poco
tomo el té, escribo haikus
hago florcitas de papel

no hay la urgencia de las grandes ciudades
 hay un constante acariciar el lomo
de un animal perfumado

si hay hambre, que espere
soy todos los días santa
y lenta
una trapecista que busca con cuidado
el momento preciso para dar el salto.


*


esto de que me mandes
a la concha de mi madre
me parece inofensivo.
¿nunca quisiste regresar
a la noche tibia y sencilla?
¿no quisiste invertir el camino ir
apoyándote despacio
en la forma blanda de los objetos conocidos
hasta llegar a cero?


*


avanzás como un chico obediente
desde mi boca
hacia abajo

fosforescés el territorio
te apropiás
de a poco

decís que te gusta mi piel
que soy hermosa

bajás con ansiedad
como si te esperara
algún tesoro

te dejo hacer te regalo
la vibración perfecta
de un gemido

creés que esto es sagrado
que conmovemos la historia
Dios se aburre infinitamente.


Natalia Leiderman

De “Animales dorándose al sol” (EL ojo del mármol, 2016)



jueves, 26 de mayo de 2016

MARTÍN VÁZQUEZ GRILLE




El mejor momento de nuestras vidas

Trato de recuperarte,
Ése es el propósito
De la escritura.
Pero te fuiste para siempre,
Como en las novelas rusas, diciendo
Unas pocas palabras que no me acuerdo.
                                       Louise L Gluck





Octubre 15
Sé lo que hiciste anoche. Te imagino en la reunión. Super cool. Charlás con la gente y te reís. De tu risa salvaje no me olvido nunca más. Llenás todo el espacio con ese aire de víctima de las circunstancias que tanto me gusta. Salís a fumar sola. Igual a la primera vez que te ví. Tenías unos jeans azules: Vos sos V. te dije. Yo soy M. Te reconocí por los ojos.




Octubre 16
Sueño 2
Alguien al lado mío esta poseído por el demonio. Se revuelca, grita y me quema con un fuego que le sale de la boca. Lo exorciso, digo algunas palabras en latín. Le impongo la mano en la frente. Soy un padre, el padre que no soy. No soy tu padre, tampoco el de tus hijas.
Ego te absolvo.
Me despertás y me decís que estoy hablando en una lengua extraña, que estás asustada, no te podés dormir.
No pasa nada mi vida, te contesto, soñé en latin, soñé que te perdonaba, andá a saber por qué.




Octubre 22
Me mandás un mensaje para que salude a mi sobrino de 4 años por su cumpleaños.
Ni te contesto.




Noviembre 19
Hago una lista de atrocidades. La voy a exhibir.
1- al poco tiempo de conocernos me regalaste una medalla con forma de corazón. Me dijiste que te daba vergüenza. Estaba guardada desde hacía años, eso dijiste. La medalla tenía un significado especial. Una gitana te la había dado para cuando encontraras al amor de tu vida. Me la entregaste a mí. El elegido. Tu hombre. Tu macho para siempre. Yo estaba acostado en mi cama. Respiré profundo y te dije que estaba completamente enamorado de vos.
2- en el tiempo que estuvimos juntos, me dejaste tres veces, por teléfono, sin dar explicaciones.
3- las tres veces terminé pidiéndote perdón.
4- dos veces me insultaste en público, en el colectivo. La primera vez seguí todo el viaje, hasta tu casa. La segunda me bajé en el medio de la ruta.
5- un mes antes de que todo explotara, me escribiste que querías pasar el resto de tus días conmigo. Volví a leer la nota una sola vez.




Noviembre 30
Sufrís mucho. Tenés cicatrices en la cara. Tu casa es de hecho, el decorado perfecto: El portón negro. El pasto sin cortar. El agua pudriéndose en la pileta. Las perras sucias, casi abandonadas. Uno de los gatos se te murió de hambre y lo enterraste en el fondo, al lado del galponcito de tu ex.
Las telarañas, las luces quemadas. El olor de tu heladera. Tus libros, llenos de moho y humedad.
Muñecas sin cabeza tiradas en el living. El colchón destartalado en el que insistías en dormir.
Sufrís tanto que no te alcanzan las horas del día, por eso el insomnio.
Todo eso también, me enamoró de vos.




Marzo 2
Adorabas a mi padre. El hombre que aguanta todo, sin chistar.
Adorás a tu padre, el que no quiere a nadie.
Dijiste que me adorabas a mí, seguramente se lo vas a decir a otros.
Toda mujer adora a un fascista.



Martin Vázquez Grille
De: El mejor momento de nuestras vidas (Inédito)