Antología 2016
Queridos
amigos y amigas, sólo tengo para ustedes esta noche palabras de alegría y de
gratitud. De alegría, por haberlos encontrado, y de gratitud, porque sin
ustedes yo me hubiera perdido en ese limbo, más o menos confortable, de
soledad, en el que a veces se pierden los poetas. En cambio, gracias a ustedes,
todos los días son nuevos para mí. Y nada está sabido del todo y nada es
definitivo.
Algunos
piensan que en los talleres de poesía no se enseña a ser poeta, y seguramente
tengan razón. Pero se aprenden otras cosas que, a un poeta, no le vienen nada
mal. Como la lectura y el trabajo en
equipo. La caída a pique del ego para que empiecen a ocurrir otras cosas. Entre
ellas, el respeto por el otro, y el
desarrollo sutil de un oído que se vuelve capaz de escuchar otra música, además
de la propia.
Vivimos
un tiempo difícil en lo social y, por añadidura, en lo personal. Pero todo lo
que aprendimos juntos y la amistad que se fue desprendiendo de eso, son una
forma de contrarrestar esa dificultad. Ya sé, parezco una directora de escuela
haciendo su discurso a los alumnos que llegan y dándole un cálido abrazo a los
egresados, pero ser docente es terrible y es hermoso, porque además de todas
esas cosas buenas que les dije, se tiene una gran responsabilidad.
En
mi caso personal, la poesía me ayudó a conocerme y a ser un poco más libre cada
vez. Sólo un poco, pero lo suficiente como para querer transmitir ese
descubrimiento a los demás. Y a desmitificar, que nada es para tanto. La
poesía es parte del mundo, pero no es el mundo. Puede ayudar a comprenderlo y a
verlo de otra manera (como lo ven los poetas) pero difícilmente a sustituirlo.
En
fin. Que cada uno escriba lo que tenga ganas de escribir, y ame lo que tenga que amar. Desde
los talleres de poesía yo abogo por eso. Ojalá lo consiga. Lo que ustedes
escriben me dice que sí. La alegría de sus otros sobre todo, cada vez que nos
encontramos, me dice que sí. Esta noche, y esta reunión de amigos, me dan la
confianza que a veces tengo y a veces pierdo, como cualquiera.
Esta
noche, además, presentamos la nueva antología de El rayo verde, edición 2016.
Con la particularidad de que esta vez cada grupo trabajó y editó la suya. El
resultado, son tres plaquettes hermosas y distintas, en su diagramación y en su
contenido. Celebro esa diversidad y ese trabajo en equipo, como los chicos que
se juntan a hacer la tarea, se acuerdan?, mientras toman la merienda después de
la escuela. No importa si ahora en vez de chocolatada Cyndor (qué antigüedad) destapen una
cervecita: la felicidad es la misma.
Para
decirlo de una buena vez. Ustedes son mi guía, mi señor y mi maestro, como
decía Dante de Virgilio en La divina comedia. Ustedes me llevan de la mano por el mejor
camino, sin saberlo. Yo solamente estoy aquí para darles mi cariño y
agradecerles.
Osvaldo
Bossi
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