Suspendida en el lomo del gato
Suspensión
a punto de
escribir
el tiempo me es
ajeno
estoy suspendida
como el salto de
un gato
mientras lo ves
en el aire
ahí permanece no
toca el piso
nunca más
durante ese instante
estoy suspendida
en el lomo del
gato
rebelde y
fabuloso
huyendo de lo fugaz
aquí en la
suspensión
lo que se ama
permanece
intacto
lo que aún no es
conmociona
porque será
revelación
después
mi cuerpo sabrá
de ese recuerdo
feliz.
En el silencio de los domingos
En el silencio de los domingos encuentro
la comodidad
de todas las
cosas
veo que los
recuerdos se iluminan
que nada es
frágil
la inmensidad
adquiere fuerzas
así voy
me deslizo
pacíficamente
acoplada al
ritmo bondadoso
de este día
sin mucho
espacio
pero tan
conocedora de él
que hasta podría
ser ciega y moverme
con la misma
levedad
y si alguien
estuviera
espiando mis
andanzas
le sonreiría
cómplice
A veces
pienso
las personas que
son espiadas y no lo advierten
se parecen mucho
a la locura.
Rituales
Me cuesta escribir
sobre el
chico
que me mira
del edificio de
enfrente
en diagonal a mi
ventana
me cuesta
escribir algo más
que no sea
escribir
que está mirándome
que está mirándome
a la hora de
almorzar
desde su ventana
no creo que haga
otra cosa
más que estar
en su ventana
a la hora del
almuerzo
mirándome
no creo que
tenga trabajo
no creo que
tenga hijos
no creo que
escriba poemas
sobre mí
que estoy
mirándolo
cada día
a la hora del
almuerzo
desde mi
ventana.
Mala
como el agua
hirviendo
me imagino
sometida a un
sueño
del que me
lamento y sufro
pero me doy el
lujo
de ser mala como
el veneno
de una rata mala
y celosa
llamalo
excitación
masoquismo
me lastima tanto
y lo disfruto
en la misma
medida
engaño rasguño
muerdo
y no me
arrepiento
jamás
solo soy mala
una vez que me
duermo.
Manuela Rolandelli
(Ramallo, pcia de
Buenos Aires -1985)
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