impía lengua deja de hablar
con el latido del relámpago
y dibuja sobre las aguas
una racha de círculos concéntricos: piedra
lanzada al centro, con miedo.
La tormenta altera al caer la tarde,
se tumba sobre la grupa de cemento,
y algo late, constante
en mi costado.
Sospecho que aún puedo llamarle corazón
a lo que persiste en su movimiento diario,
de pura marea.
...
Impía lengua
deja de hablar
en esta noche oscura.
Une tus labios, y cóselos.
No dejes que nada inútil se escape.
Que nada manche
la extensión de estas sábanas.
Hay una luz opaca
que cruza
la rebeldía de tu voz.
Desnuda de vos y de mí, va
como caballo grácil,
a horcajadas del viento
que revuela las aguas del Paraná.
Escurridiza
deja ya de escupir tu bilis
como reclamo de amor.
Deja que el tiempo declare:
“yo haré que las cosas se olviden
y sean buenas.”
Gabby
De Cicco (Santa Fe, 1965)
del
libro inédito “Masala blues”
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