Tres poemas
Las canciones
de los boliches
El viento elige qué ruidos
entran en tu habitación:
entran en tu habitación:
trenes lejanos,
sirenas que aturden a contramano por la avenida,
pájaros que cantan a destiempo a las 4 de la madrugada.
sirenas que aturden a contramano por la avenida,
pájaros que cantan a destiempo a las 4 de la madrugada.
No podemos dormirnos
y el sol ya se mete de lleno
por la ventana.
y el sol ya se mete de lleno
por la ventana.
Parece mentira que todavía nos dé vergüenza
escuchar nuestras voces por teléfono
y que yo no te haya podido confesar
que las canciones de los boliches
siempre me parecieron demasiado melancólicas
y por eso llevo más de 5 años
sin poder bailar
ni un solo paso.
escuchar nuestras voces por teléfono
y que yo no te haya podido confesar
que las canciones de los boliches
siempre me parecieron demasiado melancólicas
y por eso llevo más de 5 años
sin poder bailar
ni un solo paso.
Oportunidad
Puedo ser:
- la palabra que queda justo
al lado de las resaltadas;
- la canción del disco
que no escuchás con atención;
- la palabra que queda justo
al lado de las resaltadas;
- la canción del disco
que no escuchás con atención;
- la frase que tapó el colectivo
arrancando por la avenida
arrancando por la avenida
- el viento que choca de forma insistente
contra la pared sin ventanas de tu edificio.
Pero, sobre todo,
soy eso en lo que vas a pensar
una sola vez en tu vida
una sola vez en tu vida
y esa vez ya pasó.
Una estufa
irónica
Mientras una estufa irónica
no llega a calentar
todos los ambientes de esta casa
—que ni siquiera es nuestra—,
tratamos de extender la mañana del feriado
para seguir acostados
y contarnos los grandes éxitos
de nuestra adolescencia.
no llega a calentar
todos los ambientes de esta casa
—que ni siquiera es nuestra—,
tratamos de extender la mañana del feriado
para seguir acostados
y contarnos los grandes éxitos
de nuestra adolescencia.
Presos del lenguaje,
hay algo germinando por otro canal,
por más que en el fondo te guste pensar
que todo esto es una gran mentira
y que el amor no es más
que dos colectivos de la misma línea
haciendo todo lo posible para quedar a la par
los dos minutos que dura el semáforo.
hay algo germinando por otro canal,
por más que en el fondo te guste pensar
que todo esto es una gran mentira
y que el amor no es más
que dos colectivos de la misma línea
haciendo todo lo posible para quedar a la par
los dos minutos que dura el semáforo.
GUSTAVO YUSTE
Gustavo Yuste nació en la Ciudad de Buenos Aires en 1992. Es periodista y
escritor. Estudió Ciencias de la Comunicación en la UBA. Colaboró para
distintos medios y actualmente es corresponsal de El Ciudadano (Chile) y editor
general de la revista digital La Primera Piedra. En 2015 participó de la
antología de poesía Apología 2 (Letras del Sur Editora) y publicó su primer
libro: Obsolescencia Programada (Eloísa Cartonera). Formó parte de los jurados
de selección para Apología 3 (Letras del Sur Editora, 2016) y en abril publicó
su segundo libro: Tendido Eléctrico (Objeto Editorial, 2016). Estos poemas
forman parte del libro Las canciones de los boliches a salir en el 2017.
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