lunes, 19 de diciembre de 2016

El Rayo Verde, texto presentaciòn


Antología 2016

Queridos amigos y amigas, sólo tengo para ustedes esta noche palabras de alegría y de gratitud. De alegría, por haberlos encontrado, y de gratitud, porque sin ustedes yo me hubiera perdido en ese limbo, más o menos confortable, de soledad, en el que a veces se pierden los poetas. En cambio, gracias a ustedes, todos los días son nuevos para mí. Y nada está sabido del todo y nada es definitivo.

Algunos piensan que en los talleres de poesía no se enseña a ser poeta, y seguramente tengan razón. Pero se aprenden otras cosas que, a un poeta, no le vienen nada mal.  Como la lectura y el trabajo en equipo. La caída a pique del ego para que empiecen a ocurrir otras cosas. Entre ellas, el respeto por el otro, y el desarrollo sutil de un oído que se vuelve capaz de escuchar otra música, además de la propia.

Vivimos un tiempo difícil en lo social y, por añadidura, en lo personal. Pero todo lo que aprendimos juntos y la amistad que se fue desprendiendo de eso, son una forma de contrarrestar esa dificultad. Ya sé, parezco una directora de escuela haciendo su discurso a los alumnos que llegan y dándole un cálido abrazo a los egresados, pero ser docente es terrible y es hermoso, porque además de todas esas cosas buenas que les dije, se tiene una gran responsabilidad.

En mi caso personal, la poesía me ayudó a conocerme y a ser un poco más libre cada vez. Sólo un poco, pero lo suficiente como para querer transmitir ese descubrimiento  a los demás. Y a desmitificar, que nada es para tanto. La poesía es parte del mundo, pero no es el mundo. Puede ayudar a comprenderlo y a verlo de otra manera (como lo ven los poetas) pero difícilmente a sustituirlo.

En fin. Que cada uno escriba lo que tenga ganas de  escribir, y ame lo que tenga que amar. Desde los talleres de poesía yo abogo por eso. Ojalá lo consiga. Lo que ustedes escriben me dice que sí. La alegría de sus otros sobre todo, cada vez que nos encontramos, me dice que sí. Esta noche, y esta reunión de amigos, me dan la confianza que a veces tengo y a veces pierdo, como cualquiera.

Esta noche, además, presentamos la nueva antología de El rayo verde, edición 2016. Con la particularidad de que esta vez cada grupo trabajó y editó la suya. El resultado, son tres plaquettes hermosas y distintas, en su diagramación y en su contenido. Celebro esa diversidad y ese trabajo en equipo, como los chicos que se juntan a hacer la tarea, se acuerdan?, mientras toman la merienda después de la escuela. No importa si ahora en vez de chocolatada Cyndor (qué antigüedad) destapen una cervecita: la felicidad es la misma.

Para decirlo de una buena vez. Ustedes son mi guía, mi señor y mi maestro, como decía Dante de Virgilio en La divina comedia. Ustedes me llevan de la mano por el mejor camino, sin saberlo. Yo solamente estoy aquí para darles mi cariño y agradecerles.

Osvaldo Bossi



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