domingo, 5 de junio de 2016

Manuel Sánchez Ruiz


Por qué me inclino hacia el pasto húmedo y me siento caer?




Anoche soñé que en mi jardín
morían todos los pájaros
morían las palomas
los zorzales los horneros
y esos chiquitos azulados
cuyo nombre no recuerdo
las aves se extendían largas
en una triste llanura de ojos
y yo caminaba entre sus cuerpos
con un cuidado preciso
para no pisarlos
como si dibujara una rayuela inmensa
en la que cielo y tierra son uno solo
trataba de decidir qué hacer
con tantos cadáveres que
aguardaban como preguntas
desperdigados sobre el césped.
pensé en enterrarlos, hice un pozo
mientras me arrepentía lo llené de tierra
si yo fuera como mi padre
los pondría en una bolsa negra
y los sacaría a la calle
pero en su lugar
los agrupo por especie
los tomo entre mis manos
y cierro sus picos abiertos
entono despacito un canto
que no sé bien dónde aprendí
tomo el disco de arado y lo arrastro
al centro del jardín, debajo del cielo
busco en el fondo unas maderas
y uno a uno los prendo fuego
sí, fuego
los incendio lentamente y mientras los veo arder
las llamas queman toda la superficie de mis ojos
digo sus nombres inventados
y pienso si habrá o no un idioma
de los pájaros ¿tendrán una lengua materna?
¿sabrán cómo decir mamá o nido?
al final doy la vuelta, lloro desconsolado
porque cada uno hace lo que puede
cuando las plumas de la muerte
caen como hojitas de otoño y esperan
como las preguntas que no hacemos
inmóviles, en el patio de atrás.


 *


Hay un zorzal sobre el respaldo de la cama
araña con sus patas la madera
cuando me acerco,
si le acaricio las plumas
pica suavemente mis párpados
que se abren y se cierran
como válvulas de aire caliente
dejando salir un soplido de viento azul
que nos empuja, al pájaro y a mí
hacia arriba.

Me gustan los zorzales.
A veces riego para ablandar la tierra
y ellos dan pequeños saltos
rebotan de lado a lado
y hunden sus picos
para buscar lombrices deliciosas
otras veces espero
su última bajada
antes del anochecer
toman agua y se bañan, quizás
en la humedad de mis ojos.

Ahora que el zorzal baja del cielo
y vuela directo a mi habitación
me pregunto qué será
lo que encuentre cuando hunda su pico
en esta tierra mojada que es mi almohada
qué será lo que encuentre luego de arañar
con premura mis mantas desordenadas
qué será de este secreto de mí
si hasta un ave tan delicada
puede abrir las válvulas de una verdad
y dejar salir un soplido de viento
que nos empuja al pájaro y a mí
hacia adentro.


*


Puse a la lavar las cortinas como habíamos hablado
es un misterio el jardín cuando deja de llover
mientras las colgaba blancas sobre la soga arqueada
pude sentir la tela como tus caricias sobre mi hombro
y luego cayendo como una cascada a mi alrededor
iluminada por el sol cuando entra y se queda inmóvil
pero estos mantos agitados por el aire vespertino
me recuerdan la noche azul en que pasaste por mi casa
montado sobre Oliverio tu brioso corcel que corcoveaba
como yo cuando me besaste junto a las vías del tren
y ahora quiero quedarme bajo este manto para siempre
porque temo que al salir la tarde descorra el velo
de un recuerdo que cada vez se pierde un poco más
al final me alejo sin rumbo por el jardín
necesito descubrir mis ojos de esta cápsula blanca
y me acerco lentamente hacia la palta mutilada
¿te conté que sus frutos atravesaban como meteoritos
las frágiles tejas del techo? la cortaron en noviembre
pero el tocón sigue allí con la forma de una marca
y aunque creí que lentamente comenzaba a secarse
puedo ver los brotes que blandos hablan por la vida
¿no es hermoso todo esto? hay que creer en las cosas
que crecen pero también en las que brotan un día
y luego se extinguen ¿cómo puede ser que habiéndola matado
quiera alzarse hoy de nuevo? y a mí que no me cortaron
nada o me cortaste algo que no se ve ¿por qué me inclino 
hacia el pasto húmedo y me siento caer?
aunque descorras hoy las cortinas sobre este brote seco
sobre el peso de tu silencio que cae
como una palta celestial y aunque decidas cortar
entonces la línea de comunicación
yo te pregunto ¿no es hermoso todo esto?

      
Manuel Sánchez Ruiz (Inéditos)



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